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martes, 30 de noviembre de 2010

Lección 38 ¿Ladrones en la Iglesia?

 
El Momento de la Verdad
Autor: Cyberspace Ministry
 


Pidamos a Dios Su dirección al estudiar esta lección:
Padre nuestro,
Tienes preparadas tantas bendiciones para aquellos que desean seguirte.
Es por ello que Te pedimos que nos ilumines a través de Tu Espíritu Santo para que, al abrir Tu Palara, comprendamos Tu voluntad, y por Tu poder obrando en nosotros, pongamos en práctica las cosas que nos enseñes.
Es nuestra oración, en el nombre de Jesús.
Amén.
 
 
Salmo 50:10-12 Comentario
Míos son todos los animales del bosque, los millares del ganado en Mis montes. Conozco todas las aves de las alturas, y las criaturas del campo son Mías.
Si Yo tuviese hambre, no te lo diría a ti, porque Mío es el mundo y su plenitud. Como Creador del Universo, Dios reclama el derecho de propiedad sobre todo lo que existe.
 

Salmo 24:1,2 Comentario
De Jehovah es la tierra y su plenitud, el mundo y los que lo habitan. Porque Él la fundó. Todo el Universo pertenece a Dios, el Creador de todas cosas.
Job 41:11
[Dijo Jehovah:] «¡Todo lo que hay debajo del cielo, Mío es!»
Deuteronomio 10:14
He aquí, de Jehovah tu Dios son los cielos y los cielos de los cielos, la tierra y todo lo que en ella hay.
 
 
Dios es nuestro Creador y Redentor. Por lo tanto, somos Su propiedad también:
«Reconoced que Jehovah es Dios; Él nos hizo, y no nosotros a nosotros mismos. Pueblo Suyo somos, y ovejas de Su prado.» (Salmo 100:3)
«Pero ahora, así ha dicho Jehovah, El que te creó, oh Jacob; El que te formó, oh Israel: “No temas, porque Yo te he redimido. Te he llamado por tu nombre; tú eres Mío.”» (Isaías 43:1)
«¿O no sabéis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, que mora en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? Pues habéis sido comprados por precio.» (1 Corintios 6:19,20)
 
 Hageo 2:8 Comentario
«Mía es la plata y Mío es el oro,» dice Jehovah de los Ejércitos. Sin embargo, no reconocemos tan facilmente que toda la plata y todo el oro también le pertenecen a Dios...
 
 
Deuteronomio 8:17,18 Comentario
No sea que digas en tu corazón:
«Mi fuerza y el poder de mi mano me han traído esta prosperidad.»
Al contrario, acuérdate de Jehovah tu Dios. El es El que te da poder para hacer riquezas. Contrario a lo que podamos pensar, debemos a Dios todas las riquezas que podamos hacer durante nuestra vida.
 

1 Crónicas 29:11,12,14,16 Comentario
Tuyos son, oh Jehovah, la grandeza, el poder, la gloria, el esplendor y la majestad; porque Tuyas son todas las cosas que están en los cielos y en la tierra. Tuyo es el reino, oh Jehovah, y Tú te enalteces como cabeza sobre todo.
Las riquezas y la honra provienen de Ti. (...)
Porque, ¿quién soy yo, y qué es mi pueblo, para que podamos ofrecer espontáneamente cosas como éstas, siendo todo Tuyo, y que de lo que hemos recibido de Tu mano, Te damos? (...)
Oh Jehovah, Dios nuestro, toda esta abundancia (...) de Tu mano proviene y todo es Tuyo. Dios es quien nos da el poder de ganar riquezas, las cuales le pertenecen por completo.
 
 Mateo 25:14 Comentario
El reino de los cielos será semejante a un hombre que al emprender un viaje largo, llamó a sus siervos y les entregó sus bienes. Jesús frecuentemente nos comparó a mayordomos a quienes Dios les confió Sus riquezas.
Debemos por lo tanto administrarlas con sabiduría y fidelidad.
Lucas 12:42
¿Quién es, pues, el mayordomo fiel y prudente, a quien el señor pondrá sobre los de su casa?
 
 
Lucas 16:1,2 Comentario
Dijo [Jesús] también a Sus discípulos:
«Había cierto hombre rico, el cual tenía un mayordomo; y éste fue acusado delante de él como derrochador de sus bienes. Su señor le llamó y le dijo:
“¿Qué es esto que oigo de ti? Da cuenta de tu mayordomía, porque ya no podrás ser mayordomo.”» Un día, Dios nos va a pedir cuentas de nuestra mayordomía; es decir, de la manera en la que administramos el dinero que nos confió.
 

1 Corintios 4:2 Comentario
Ahora bien, lo que se requiere de los mayordomos es que cada uno sea hallado fiel. Para dirigirnos en la manera en la que debemos administrar las riquezas que nos ha confiado, Dios a establecido un plan financiero preciso para que los sigamos.
Al participar de este plan, expresaremos nuestra gratitud por todas Sus bendiciones.
Salmo 116:12
¿Qué daré a Jehovah por todas Sus bendiciones para conmigo?
Mateo 22:21
Por tanto, dad al César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios.
 
 Proverbios 3:9 Comentario
Honra a Jehovah con tus riquezas y con las primicias de todos tus frutos. La primera parte del plan financiero de Dios consiste en la devolución del diezmo de todas nuestras entradas; es decir, una décima parte de todo lo que ganamos.
Malaquías 3:10
Traed todo el diezmo al tesoro, y haya alimento en Mi casa.
 
 Levítico 27:30,32 Comentario
Todos los diezmos de la tierra, tanto de la semilla de la tierra como del fruto de los árboles, pertenecen a Jehovah. Es cosa sagrada a Jehovah. (...)
Todo diezmo del ganado vacuno o del rebaño, de todo lo que pase bajo el cayado, el décimo será consagrado a Jehovah. Notemos este punto importante: no damos un diezmo de nuestros ingresos. Devolvemos un diezmo, porque le pertenece a Dios.
El principio del diezmo («el décimo será consagrado a Jehovah») es tan fácil, que aun un niño pequeño podría comprenderlo:
si ganamos 100, devolvemos 10;
si ganamos 1000, devolvemos 100;
etc.


Génesis 14:18-20 Comentario
También Melquisedec, rey de Salem, quien era sacerdote del Dios Altísimo, sacó pan y vino y le bendijo diciendo: «Bendito sea Abram del Dios Altísimo.» (...)
Y Abram le dio a él el diezmo de todo. En tiempos de Abraham y Jacob, el pueblo de Dios ya devolvía el diezmo de todo al Señor.
Génesis 28:20-22
Jacob también hizo un voto diciendo:
«Si Dios está conmigo y me guarda en este viaje que realizo, (...) Jehovah será mi Dios. Esta piedra que he puesto como memorial será una casa de Dios, y de todo lo que me des, sin falta apartaré el diezmo para Ti.»
 
 Mateo 23:23 Comentario
¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!
Porque entregáis el diezmo de la menta, del eneldo y del comino; pero habéis omitido lo más importante de la ley, a saber, el juicio, la misericordia y la fe.
Era necesario hacer estas cosas sin omitir aquéllas. También Jesús aprobó el principio del diezmo, describiéndolo como algo que debemos hacer y no descuidar.
Tomemos nota cuidadosa de Sus palabras: «sin omitir aquéllas», es decir, sin descuidar de devolver el diezmo de todo.
 
 Números 18:21,26 Comentario
He aquí, he dado a los hijos de Leví todos los diezmos de Israel, como heredad, a cambio del servicio que llevan a cabo en el tabernáculo de reunión. (...)
Habla a los levitas y diles:
«Cuando toméis de los hijos de Israel los diezmos que os he dado de ellos como vuestra heredad, vosotros presentaréis, como ofrenda alzada a Jehovah, el diezmo del diezmo.» Bajo el Antiguo Pacto, el diezmo era el salario de los levitas, a quienes se les había asignado el trabajo del Santuario (el «tabernáculo de reunión»).
Notemos que ellos mismos tenían que devolver un diezmo de este diezmo.
 
 
1 Corintios 9:13,14 Comentario
¿No sabéis que los que trabajan en el santuario comen de las cosas del santuario; es decir, los que sirven al altar participan del altar?
Así también ordenó el Señor a los que anuncian el evangelio, que vivan del evangelio. Bajo el Nuevo Pacto, el trabajo del santuario terrenal ha sido abolido por el sacrificio de Jesús en la cruz. El trabajo de los levitas no es ya necesario.
Los diezmos son ahora el salario de aquellos cuyas vidas son totalmente dedicadas a la predicación del evangelio.
 

Ezra 2:68 Comentario
Algunos de los jefes de las casas paternas, cuando llegaron a la casa de Jehovah que estaba en Jerusalén, hicieron ofrendas voluntarias para la casa de Dios. Para la segunda parte de Su plan financiero, Dios estableció el sistema de ofrendas voluntarias, cuya cantidad es de acuerdo a como lo decida el donante.
 
 El plan financiero de Dios también incluye ofrendas voluntarías:
«Di a los hijos de Israel que tomen para Mí una ofrenda; de todo hombre cuyo corazón le mueva a hacerlo tomaréis Mi ofrenda.» (Éxodo 25:2)
«Y el pueblo se regocijó por haber contribuido con ofrendas voluntarias, porque con un corazón íntegro habían hecho a Jehovah ofrendas voluntarias.» (1 Crónicas 29:9)
«Porque, ¿quién soy yo, y qué es mi pueblo, para que podamos ofrecer espontáneamente cosas como éstas, siendo todo Tuyo, y que de lo que hemos recibido de Tu mano, Te damos? (...) Con rectitud de corazón Te he ofrecido voluntariamente todo esto. Y ahora he visto con alegría que Tu pueblo que se encuentra aquí ha dado para Ti espontáneamente.» (1 Crónicas 29:14,17)
 
 Deuteronomio 16:17 Comentario
Cada uno lo hará con el presente de su mano, conforme a lo que Jehovah tu Dios te haya bendecido. La cantidad de nuestras ofrendas es nuestra decisión.
Cada quien da de acuerdo a su generosidad y prosperidad.
Hechos 11:29
Entonces los discípulos, cada uno conforme a lo que tenía, determinaron enviar una ofrenda para ministrar a los hermanos que habitaban en Judea.
 
 
Marcos 12:41-44 Comentario
Estando Jesús sentado frente al arca del tesoro, observaba cómo el pueblo echaba dinero en el arca. Muchos ricos echaban mucho, y una viuda pobre vino y echó dos blancas, que equivalen a un cuadrante.
El llamó a Sus discípulos y les dijo:
«De cierto os digo que esta viuda pobre echó más que todos los que echaron en el arca. Porque todos han echado de su abundancia; pero ésta, de su pobreza, echó todo lo que tenía, todo su sustento.» Dios valora la cantidad de nuestras ofrendas de acuerdo a lo que ganamos.
 

Malaquías 3:7-9 Comentario
«Desde los días de vuestros padres os habéis apartado de Mis leyes y no las habéis guardado. ¡Volveos a Mí, y Yo Me volveré a vosotros!», ha dicho Jehovah de los Ejércitos.
«Pero vosotros dijisteis: “¿En qué hemos de volver?” ¿Robará el hombre a Dios? ¡Pues vosotros Me habéis robado!
Pero decís: “¿En qué Te hemos robado?” ¡En los diezmos y en las ofrendas!
Malditos sois con maldición; porque vosotros, la nación entera, Me habéis robado.» Desafortunadamente, mucha gente, aunque dicen seguir a Dios, rehusan fielmente tomar parte de Su plan financiero de los diezmos y ofrendas.
 
 
Mateo 6:24 Comentario
Nadie puede servir a dos señores; porque aborrecerá al uno y amará al otro, o se dedicará al uno y menospreciará al otro.
No podéis servir a Dios y a las riquezas. Al acercarnos al tiempo del fin, muchos más harán de las riquezas su dios.
2 Timoteo 3:1,2
También debes saber esto: que en los últimos días se presentarán tiempos difíciles.
Porque habrá hombres amantes de sí mismos y del dinero.
 
 
Marcos 8:36,37 Comentario
Pues, ¿de qué le sirve al hombre ganar el mundo entero y perder su alma?
Porque, ¿qué dará el hombre en rescate por su alma? El amor al dinero será la causa de ruina de muchos a los que Dios ha estado llamando a ser salvos.
Al devolver el diezmo y dar ofrendas, el plan financiero de Dios precisamente está tratando de evitar que el amor al dinero sea un impedimento en nuestra vida, para que no perdamos de vista los tesoros celestiales que Dios tiene preparados para cada uno de nosotros.
 
 
El egoismo y el amor al dinero nos privan de la presencia de Dios:
«Porque el amor al dinero es raíz de todos los males; el cual codiciando algunos, fueron descarriados de la fe y se traspasaron a sí mismos con muchos dolores.» (1 Timoteo 6:10)
«Mirad, guardaos de toda codicia, porque la vida de uno no consiste en la abundancia de los bienes que posee.» (Lucas 12:15)
«“Pero vosotros buscáis mucho y halláis poco; y lo que lleváis a casa, de un soplo Yo lo hago desaparecer. ¿Por qué?”, dice Jehovah de los Ejércitos. “Porque Mi casa está en ruinas, mientras que cada uno de vosotros se ocupa de su propia casa.”» (Hageo 1:9)
 
 
Asegurémonos de que nuestras riquezas no nos mantengan alejados de Dios:
«Cuando se multipliquen tus vacas y tus ovejas, cuando se multipliquen la plata y el oro, y cuando se multiplique todo lo que tienes, entonces se llegue a enaltecer tu corazón y te olvides de Jehovah tu Dios (...).» (Deuteronomio 8:13,14)
«No me des pobreza ni riqueza. Sólo dame mi pan cotidiano; no sea que me sacie y Te niegue, o diga: “¿Quién es Jehovah?”» (Proverbios 30:8,9)
«Tales son las sendas de todo el que es dado a la codicia, la cual quita la vida a los que la poseen.» (Proverbios 1:19)
«Porque esto lo sabéis muy bien: que ningún (...) avaro, el cual es idólatra, tiene herencia en el reino de Cristo y de Dios.» (Efesios 5:5)
 
 
Es mejor acumular tesoros en el cielo que en la tierra:
«No acumuléis para vosotros tesoros en la tierra, donde la polilla y el óxido corrompen, y donde los ladrones se meten y roban. Más bien, acumulad para vosotros tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el óxido corrompen, y donde los ladrones no se meten ni roban. Porque donde esté tu tesoro, allí también estará tu corazón.» (Mateo 6:19-21)
«Más bien, buscad su reino [de Dios], y estas cosas os serán añadidas.» (Lucas 12:31)
«A los ricos de este siglo manda que no sean altivos, ni pongan la esperanza en las riquezas, las cuales son inciertas, sino en el Dios vivo, que nos da todas las cosas en abundancia para que las disfrutemos. Que hagan bien, que sean ricos en buenas obras, dadivosos, generosos; atesorando para sí buen fundamento para lo por venir, que echen mano de la vida eterna.» (1 Timoteo 6:17-19 - RVR 1960)
 
 Mateo 25:20,21 Comentario
«Señor, me entregaste cinco talentos; he aquí he ganado otros cinco talentos.»
Su señor le dijo:
«Bien, siervo bueno y fiel. Sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré. Entra en el gozo de tu señor.» Cuando regrese, Jesucristo «recompensará a cada uno conforme a sus hechos.» (Mateo 16:27).
Nuestra recompensa será un reflejo de la manera en la que hayamos administrado las posesiones de Dios aquí, en esta vida.
Mateo 25:30
Al siervo inútil echadlo en las tinieblas de afuera. Allí habrá llanto y crujir de dientes.
 

Isaías 48:18 Comentario
¡Oh, si hubieras estado atento a Mis mandamientos!
Tu paz habría sido como un río, y tu justicia como las ondas del mar. Ricas bendiciones le esperan a quienes siguen fiel y generosamente el plan financiero de Dios.
Pero no olvidemos que Dios desea que demos alegremente.
Hechos 20:35
Tener presente las palabras del Señor Jesús, que dijo:
«Más bienaventurado es dar que recibir.»
 

Dios desea que demos alegremente, y no con amargura o bajo obligación:
«Cada uno dé como propuso en su corazón, no con tristeza ni por obligación; porque Dios ama al dador alegre.» (2 Corintios 9:7)
«El que comparte, [que comparta] con liberalidad.» (Romanos 12:8)
«Todo hombre de corazón generoso traiga una ofrenda para Jehovah: oro, plata, bronce. (...) Y todo aquel a quien le impulsó su corazón y todo aquel a quien su espíritu le movió a la generosidad trajeron la ofrenda de Jehovah.» (Éxodo 35:5,21)
«Sin falta le darás [al pobre], y no tenga dolor tu corazón por hacerlo, porque por ello te bendecirá Jehovah tu Dios en todas tus obras y en todo lo que emprenda tu mano.» (Deuteronomio 15:10)
 
 Malaquías 3:10 Comentario
«Traed todo el diezmo al tesoro, y haya alimento en Mi casa. Probadme en esto,» ha dicho Jehovah de los Ejércitos, «si no os abriré las ventanas de los cielos y vaciaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde.» La Palabra de Dios es clara: lograremos ir más lejos con las nueve décimas bendecidas por Dios, que con las diez sin Su bendición.
¡Dios nos invita a poner esta promesa a prueba!
 
 
Ricas bendiciones esperan a los mayordomos fieles y generosos:
«Honra a Jehovah con tus riquezas y con las primicias de todos tus frutos. Así tus graneros estarán llenos con abundancia, y tus lagares rebosarán de vino nuevo.» (Proverbios 3:9,10)
«Hay quienes reparten, y les es añadido más; y hay quienes retienen indebidamente, sólo para acabar en escasez.» (Proverbios 11:24)
«Yo he sido joven y he envejecido; pero no he visto a un justo desamparado, ni a sus descendientes mendigando pan.» (Salmo 37:25)
«Dad, y se os dará; medida buena, apretada, sacudida y rebosante se os dará en vuestro regazo.» (Lucas 6:38)
 
 
Dios proveerá todas las necesidades del mayordomo fiel:
«El que siembra escasamente cosechará escasamente, y el que siembra con generosidad también con generosidad cosechará. Cada uno dé como propuso en su corazón, no con tristeza ni por obligación; porque Dios ama al dador alegre. Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo necesario, abundéis para toda buena obra.» (2 Corintios 9:6-8)
«Desde que comenzaron a traer la ofrenda a la casa de Jehovah, hemos comido y nos hemos saciado, y ha sobrado mucho. Porque Jehovah ha bendecido a Su pueblo, y ha sobrado esta gran cantidad.» (2 Crónicas 31:10)
 
 
Agradezcámosle a Dios por todas las bendiciones que nos ha concedido:
¡Oh Señor!
Nos has creado; conoces nuestro corazón, y sabes lo fácil que es que seamos tentados por el amor al dinero.
Pero nos has dado un plan que puede protegernos contra este peligro, al mismo tiempo que nos concede el privilegio de participar del financiamiento y progreso de Tu obra.
Con un corazón agradecido, deseamos poner a prueba Tu promesa, devolviéndote fielmente el diezmo de todas nuestras entradas, y dando una ofrenda voluntaria, que será de acuerdo a nuestras posibilidades.
Por favor, permite que lleven buenos frutos para el adelante de Tu obra, y por favor, provee para nuestras necesidades. En el nombre de Jesús oramos.
Amén.


Examen para la Lección 38

 
  1. En el libro de Job, dice Dios: «¡Todo lo que hay debajo del cielo, es!» Y Dios dice más específicamente, en el libro del profeta Hageo: «Mía es la y Mío es el
  2. La Biblia dice que debemos todas las riquezas que podamos hacer durante nuestra vida a:
    nuestro trabajo incansable.
    la suerte.
    la generosidad de nuestros amigos.
    Dios.
  3. En Sus parábolas, Jesús habló con frecuencia de las riquezas materiales. Según las palabras de Jesús, ¿cuál es nuestra posición hacía estos bienes materiales?
    Somos «mayordomos, administradores».
    Somos «propietarios, dueños».
    Somos «ladrones, estafadores».
    Somos «herederos».
  4. Dios ha establecido un plan financiero específico para nosotros. Al participar de este plan, le expresamos nuestro agradecimiento por todas Sus bendiciones. El libro de Malaquías nos explica la primera parte de este plan: «Traed todo el al tesoro, y haya alimento en Mi
  5. Dios nos pide devolverle el diezmo de nuestros ingresos. El diezmo representa:
    el 100% de nuestros ingresos.
    el 10% de nuestros ingresos.
    el 1% de nuestros ingresos.
    un porcentaje variable, de acuerdo a nuestra generosidad.
  6. ¿En qué se usa el diezmo? La Primera Epístola de Pablo a los Corintios nos responde: «¿No sabéis que los que trabajan en el comen de las cosas del ; es decir, los que sirven al altar participan del altar? Así también ordenó el Señor a los que anuncian el , que vivan del
  7. La segunda parte del plan financiero de Dios son las ofrendas voluntarias. Estas ofrendas representan:
    el 100% de nuestros ingresos.
    el 10% de nuestros ingresos.
    el 1% de nuestros ingresos.
    una cantidad variable, de acuerdo a nuestra generosidad y prosperidad.
  8. En el Evangelio según Marcos, Jesús hizo un comentario sobre la ofrenda que dio una pobre viuda, diciendo: «De cierto os digo que esta viuda pobre echó que todos los que echaron en el arca. Porque todos han echado de su ; pero ésta, de su pobreza, echó todo lo que tenía, todo su Por lo tanto, Dios valora la cantidad de nuestras ofrendas de acuerdo a lo que ganamos.
  9. La Palabra de Dios nos advierte frecuentemente contra el egoísmo y el amor al dinero. Entre las siguientes advertencias, marque aquellas que se encuentran escritas en la Biblia (marque todas las respuestas correctas):
    «El amor al dinero es raíz de todos los males.»
    «La vida de uno no consiste en la abundancia de los bienes que posee.»
    «No podéis servir a Dios y a las riquezas.»
    «Porque donde esté tu tesoro, allí también estará tu corazón.»
  10. Por último, en el libro de Malaquías, Dios nos hace esta maravillosa promesa, para animarnos a participar fielmente de Su plan financiero: «“Traed todo el al tesoro, y haya alimento en Mi casa. en esto,” ha dicho Jehovah de los Ejércitos, “si no os abriré las de los cielos y vaciaré sobre vosotros hasta que sobreabunde.“»
Su nombre:
 

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