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martes, 30 de noviembre de 2010

Lección 9 Haced Esto en Memoria de Mí

 
El Momento de la Verdad
Autor: Cyberspace Ministry
 


Oremos:
Padre nuestro,
De acuerdo al relato de los Evangelios, Jesús, pocas horas antes de Su muerte, celebró la Pascua con Sus discípulos.
Aunque había celebrado la Pascua anualmente, esta fue una ocasión muy especial, pués Jesús la constituiría en el rito de la Santa Cena.
¿Qué es la Santa Cena, cuál es su significado y, especialmente, cuál es su importancia en la vida del cristiano?
Nuestro Padre celestial, por favor, ilumínanos a través de Tu Santo Espíritu al escudriñar Tu Palabra. Oramos en el Nombre de Jesús.
Amén. 
 
Éxodo 12:3,5-7,11 Comentario
El diez de este mes cada uno tome para sí un cordero en cada casa paterna, un cordero por familia. (...)
El cordero será sin defecto, macho de un año. (...)
Toda la congregación del pueblo de Israel al atardecer. Tomarán parte de la sangre y la pondrán en los dos postes y en el dintel de las puertas de las casas en donde lo han de comer. (...)
Es la Pascua de Jehovah. La celebración de la Pascua se remonta a los tiempos de Moisés, cuando el pueblo de Israel se encontraba en esclavitud en la tierra de Egipto.
 
Éxodo 12:12,13 Comentario
La misma noche Yo pasaré por la tierra de Egipto y heriré de muerte a todo primogénito en la tierra de Egipto, tanto de los hombres como del ganado. Así ejecutaré actos justicieros contra todos los dioses de Egipto. Yo, Jehovah.
La sangre os servirá de señal en las casas donde estéis.
Yo veré la sangre y en cuanto a vosotros pasaré de largo y cuando castigue la tierra de Egipto, no habrá en vosotros ninguna plaga para destruiros. Para convencer al Faraón de que debía dejar al pueblo de Israel en libertad, Dios envió nueve plagas sobre el pueblo de Egipto; todo ello en vano.
Durante la décima plaga, toda la tierra de Egipto sería afligida con la mortandad de los primogénitos de cada familia. Solamente aquellas que participaran de la Pascua no se verían afectadas por ella.
 
Éxodo 12:14 Comentario
Habréis de conmemorar este día. Lo habréis de celebrar como fiesta a Jehovah a través de vuestras generaciones. El pueblo de Israel demostró su fe en Dios a través de algo concreto; es decir, matando un cardero y rociando los postes y dinteles de las puertas de sus casas con su sangre.
La siguiente noche, vieron como el angel destructor pasó sobre las casas marcadas por la sangre, salvando a sus primogénitos.

Lucas 22:7,8 Comentario
Llegó el día de los panes sin levadura, en el cual era necesario sacrificar la víctima pascual.
Jesús envió a Pedro y a Juan, diciendo: «Id, preparadnos la Pascua para que comamos.» Fiel a los mandamientos de Su Padre, Jesús, durante Su ministerio aquí en la tierra, celebró la Pascua.
Pero al aproximarse el día de Su crucifixión, dió a Sus discípulos nuevos emblemas.
¿Por qué lo hizo?
 
Juan 1:29 Comentario
Juan vio a Jesús que venía hacia él y dijo:
«¡He aquí el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo!» Jesús sabía que la Pascua era más que un recordatorio de la liberación del pueblo de Israel de la esclavitud en Egipto.
Anunciaba y simbolizaba la libertad mayor que alcanzaría el Cordero de Dios al ser sacrificado en la cruz, salvando a los pecadores de sus pecados.
 
Números 9:12 Comentario
No dejarán nada de ella para el siguiente día, ni quebrarán ninguno de sus huesos. La celebrarán conforme a todo el estatuto de la Pascua. El sacrificio del cordero pascual era una sombra perfecta del sacrificio de Jesús en la cruz; ni aun los huesos del cordero fueron quebrados.
Juan 19:33,36
Pero cuando llegaron a Jesús, como Le vieron ya muerto, no Le quebraron las piernas. (...)
Porque estas cosas sucedieron así para que se cumpliese la Escritura que dice: «Ninguno de Sus huesos será quebrado.»

1 Corintios 5:7 Comentario
Cristo, nuestro Cordero pascual, ha sido sacrificado. La Pascua era una sombra perfecta del sacrificio de Jesús en la cruz.
A partir de ese momento, la celebración de la Pascua perdió su valor.
1 Pedro 1:18,19
Tened presente que habéis sido rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual heredasteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles como oro o plata, sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un Cordero sin mancha y sin contaminación.
 
Lucas 22:14-16 Comentario
Cuando llegó la hora, [Jesus] se sentó a la mesa, y con él los apóstoles. Y les dijo:
«¡Cuánto he deseado comer con vosotros esta Pascua antes de padecer! Porque os digo que no comeré más de ella hasta que se cumpla en el reino de Dios.» Por lo tanto, Jesús usó nuevos emblemas que reemplazarían a la Pascua.
Esos nuevos emblemas representarían mejor Su sacrificio en la cruz. ¿Cuáles son?
 
Lucas 22:19 Comentario
Entonces [Jesus] tomó pan, y habiendo dado gracias, lo partió y les dio diciendo:
«Esto es Mi cuerpo que por vosotros es dado. Haced esto en memoria de Mí.» El primer emblema es el pan sin levadura, que simboliza el cuerpo de Jesucristo, ofrecido en sacrificio por nuestros pecados.
Juan 6:51
[Dijo Jesús:]
«Yo soy el pan vivo que descendió del cielo; si alguno come de este pan, vivirá para siempre. El pan que Yo daré por la vida del mundo es Mi carne.»
 
Lucas 22:17,18,20 Comentario
Luego [Jesus] tomó una copa, y habiendo dado gracias, dijo:
«Tomad esto y repartidlo entre vosotros, porque os digo que desde ahora no beberé más del fruto de la vid hasta que venga el reino de Dios. (...)
Esta copa es el nuevo pacto en Mi sangre, que por vosotros se derrama.» El segundo emblema es el jugo de uva sin fermentar, símbolo de la sangre de Jesús, derramada por nosotros.
Démonos cuenta de que cada creyente debe beber este vino.
Juan 6:53
Y Jesús les dijo: «De cierto, de cierto os digo que si no coméis la carne del Hijo del Hombre y bebéis Su sangre, no tenéis vida en vosotros.»
 
Juan 6:54,55 Comentario
El que come Mi carne y bebe Mi sangre tiene vida eterna, y Yo lo resucitaré en el día final.
Porque Mi carne es verdadera comida, y Mi sangre es verdadera bebida. Al leer estas palabras pronunciadas por Jesús, algunos creen que durante el servicio de comunión el pan y el vino se transforman, milagrosamente, en el cuerpo y la sangre de Cristo. A esta creencia se la conoce como «transubstanciación».
Otros creen que el cuerpo y la sangre de Jesús son añadidos al pan y al vino. Esto es «consubstanciación».
¿Cuál es correcta?
 
Juan 10:9 Comentario
[Jesús dijo]: «Yo soy la puerta.» Cuando se utilizan las expresiones: «Esto es mi cuerpo, esta es mi sangre» para sostener que la transubstanciación o la consubstanciación ocurren, se ignora que Jesús con frecuencia utilizó las metáforas para describirse a Sí mismo.
Juan 14:6
Jesús le dijo: «Yo soy el camino.»
Juan 15:1
[Jesús dijo]: «Yo soy la vid verdadera.»
 
Juan 6:52,63 Comentario
Entonces los judíos contendían entre sí, diciendo:
«¿Cómo puede éste darnos a comer Su carne?» (...)
[Jesús les dijo:]
«El Espíritu es El que da vida; la carne no aprovecha para nada. Las palabras que Yo os he hablado son espíritu y son vida.» Conociendo que los judios estaban interpretando Sus palabras literalmente en lo referente a Su carne y Su sangre, Jesús los corrijió diciéndoles: «Las palabras que Yo os he hablado son espíritu y son vida.»
Por lo tanto, el pan y el vino no se convierten literalmente en el cuerpo y la sangre de Cristo, sino que son símbolos de Su cuerpo y sangre.
 
Hebreos 7:27 Comentario
[Jesús] no tiene cada día la necesidad, como los otros sumos sacerdotes, de ofrecer sacrificios, primero por sus propios pecados y luego por los del pueblo; porque esto lo hizo una vez para siempre, ofreciéndose a Sí mismo. Las doctrinas de la transubstanciación y la consubstanciación implican que, en cada servicio de comunión, el cuerpo y la sangre de Cristo son ofrecidos en sacrificio vez tras vez.
Sin embargo la Palabra de Dios dice claramente que este sacrificio no debe ser repetido, habiendo sido ofrecido «una vez para siempre».

1 Corintios 11:23-25 Comentario
El Señor Jesús, la noche en que fue entregado, tomó pan; y habiendo dado gracias, lo partió y dijo:
«Tomad, comed. Esto es Mi cuerpo que por vosotros es partido. Haced esto en memoria de Mí.»
Asimismo, tomó también la copa después de haber cenado, y dijo:
«Esta copa es el nuevo pacto en Mi sangre. Haced esto todas las veces que la bebáis en memoria de Mí.» La enseñanza de la Palabra de Dios es clara: el próposito de la Santa Cena no es ofrecer a Cristo en sacrificio vez tras vez, sino recordar el sacrificio que hizo por nosotros en el Calvario.
 
1 Corintios 11:26,27 Comentario
Todas las veces que comáis este pan y bebáis esta copa, anunciáis la muerte del Señor, hasta que Él venga.
De modo que cualquiera que coma este pan y beba esta copa del Señor de manera indigna, será culpable del cuerpo y de la sangre del Señor. Participar en la Cena del Señor es un acto solemne.
Debemos participar de ella con reverencia hacia nuestro Salvador, haciendo distinción entre los alimentos comunes y los emblemas sagrados que representan la muerte de Cristo.
 
1 Corintios 11:28,29 Comentario
Por tanto, examínese cada uno a sí mismo, y coma así del pan y beba de la copa.
Porque el que come y bebe, no discerniendo el cuerpo, juicio come y bebe para sí. La Santa Cena nos recuerda lo que costó salvarnos de nuestros pecados: la vida del Unigénito Hijo de Dios, Jesucristo.
Nuestra participación en este servicio de comunión requiere, por lo tanto, una preparación adecuada.
Los días anteriores a la Santa Cena debieran ser momentos para hacer un exámen de conciencia, confesar a Dios nuestros pecados y arrepentirnos sinceramente.
 
Lucas 22:24 Comentario
Hubo entre ellos [los apóstoles] una disputa acerca de quién de ellos parecía ser el más importante. Tristemente, unas horas antes del arresto de su Maestro, los apóstoles parecían estar solamente interesados en saber quién sería el mayor de ellos en el reino.
Sin embargo, Jesús estaba a punto de instituir un servicio que se llevaría a cabo inmediatamente antes de la Santa Cena.
El servicio sería una invitación a renunciar al orgullo y las ambiciones, preparándoloes para la Comunión.
 
Juan 13:1 Comentario
Antes de la fiesta de la Pascua, sabiendo Jesús que había llegado Su hora para pasar de este mundo al Padre, como había amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el fin. De esta forma el apostol Juan nos presenta el servicio que Jesús iba a instituir para que Sus discípulos se hallaran listos para participar de la Santa Cena.

Juan 13:4,5 Comentario
Se levantó [Jesus] de la cena; se quitó el manto, y tomando una toalla, Se ciñó con ella.
Luego echó agua en una vasija y comenzó a lavar los pies de los discípulos y a secarlos con la toalla con que estaba ceñido. Era costumbre que antes de comer, un sirviente lavara primero los empolvados pies de los viajeros.
En ausencia de un sirviente que realizara esta labor, ninguno de los discípulos estuvo dispuesto a humillarse y lavar los pies de los demás.
Así que, Jesús Mismo lavó sus pies, enseñándoles una verdadera lección de humildad.
 
Juan 13:12-14 Comentario
Así que, después de haberles lavado los pies, tomó Su manto, Se volvió a sentar a la mesa y les dijo:
«¿Entendéis lo que os he hecho?
Vosotros me llamáis Maestro y Señor; y decís bien, porque lo soy.
Pues bien, si Yo, el Señor y el Maestro, lavé vuestros pies, también vosotros debéis lavaros los pies los unos a los otros.» El lavamiento de los pies es un servicio que nos enseña a humillarnos y servir a otros, sin importar la situación social.
Es también una oportunidad para hacer un exámen de conciencia, y completar nuestra preparación para participar de la Santa Cena.
 
Juan 13:14,15 Comentario
Pues bien, si Yo, el Señor y el Maestro, lavé vuestros pies, también vosotros debéis lavaros los pies los unos a los otros.
Porque ejemplo os he dado, para que así como Yo os hice, vosotros también hagáis. Muchos cristianos han abandonado la práctica del servicio previo a la Santa Cena, es decir, el lavamiento de los pies.
Sin embargo, Jesús claramente dijo a Sus discípulos que debían hacerlo, sabiendo la importancia del mismo para preparar los corazones de aquellos que participarán de la Santa Cena.
 
Juan 13:14-17 Comentario
También vosotros debéis lavaros los pies los unos a los otros. Porque ejemplo os he dado, para que así como Yo os hice, vosotros también hagáis.
De cierto, de cierto os digo que el siervo no es mayor que su señor, ni tampoco el apóstol es mayor que El que le envió.
Si sabéis estas cosas, bienaventurados sois si las hacéis. Jesús repitió tres veces seguidas que debemos practicar el servicio del lavamiento de los pies:
«También vosotros debéis lavaros los pies los unos a los otros.»
 
«Porque ejemplo os he dado, para que así como Yo os hice, vosotros también hagáis.»
 
«Si sabéis estas cosas, bienaventurados sois si las hacéis.»
Entonces este servicio es muy importante.
 
Juan 13:10 Comentario
Le dijo Jesús:
«El que se ha lavado no tiene necesidad de lavarse más que los pies, pues está todo limpio.» En la lección «Nacidos del Agua y del Espíritu», hemos visto que el bautismo por inmersión simboliza la justificación del creyente, el perdón de sus pecados y su completa regeneración en Jesucristo.
Pero al vivir la vida cristiana, nuestros pies se empolvan por el camino. Por lo tanto, necesitamos ir a Jesús para recibir la limpieza.
El lavamiento de los pies es un pequeño bautismo. Simboliza esta limpieza y nos recuerda siempre a depender de la sangre de Jesús para alcanzarla.

Juan 13:10 Comentario
Le dijo Jesús:
«El que se ha lavado no tiene necesidad de lavarse más que los pies, pues está todo limpio.» Ahora comprendemos mejor las palabras de Jesús: el que está limpio (por el bautismo) no necesita ser bautizado nuevamente cuando se equivoca, porque no ha perdido su fe en Cristo.
El lavamiento de los pies es una garantía continua de que la sangre de Cristo nos limpia de todo pecado.
Recordemos, sin embargo, que el bautismo y el lavamiento de los pies no tienen en sí virtud para limpiarnos: Cristo es El único que, a través de estos ritos, nos limpia.
 
Juan 6:56,57 Comentario
El que come Mi carne y bebe Mi sangre permanece en Mí, y Yo en él.
Así como Me envió el Padre viviente, y Yo vivo por el Padre, de la misma manera el que Me come también vivirá por Mí. Cuando participamos de los servicios del lavamiento de los pies y de la Santa Cena, fortalecemos nuestra comunión con nuestro Salvador Jesucristo.
Apocalípsis 3:20
He aquí, Yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye Mi voz y abre la puerta, entraré a él y cenaré con él, y él conmigo.

Gálatas 2:20 Comentario
Con Cristo he sido juntamente crucificado; y ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí. Al participar del servicio del lavamiento de los pies y de la Santa Cena, renovamos nuestro pacto con el Señor Jesús y Lo invitamos nuevamente a morar en nuestros corazones, reforzando los lazos que nos unen a El.
Efesios 3:17
(...) para que Cristo habite en vuestros corazones por medio de la fe.
 
1 Corintios 10:16,17 Comentario
La copa de bendición que bendecimos, ¿no es la comunión de la sangre de Cristo?
El pan que partimos, ¿no es la comunión del cuerpo de Cristo?
Puesto que el pan es uno solo, nosotros, siendo muchos, somos un solo cuerpo; pues todos participamos de un solo pan. Y, por supuesto, al participar del lavamiento de los pies y la Santa Cena, los vínculos entre cristianos se fortalecen.
Estos servicios nos unen y nos hacen concientes de que pertenecemos a una gran familia: la iglesia de Dios.
 
Mateo 26:29 Comentario
Pero os digo que desde ahora no beberé más de este fruto de la vid, hasta aquel día cuando Lo beba nuevo con vosotros en el reino de Mi Padre. No olvidemos: no hay nada mágico en el servicio de Santa Cena.
Sin embargo, el servicio nos recuerda la muerte y resurrección de Cristo y Su presencia constante con nosotros.
También aviva en nosotros la esperanza de Su pronto retorno en gloria, esperanza tan querida por nuestros corazones cristianos.

1 Corintios 11:26 Comentario
Todas las veces que comáis este pan y bebáis esta copa, anunciáis la muerte del Señor, hasta que Él venga. Cada vez que participamos de la Santa Cena, es un anticipo del día cuando, en el Reino de Dios, nos sentemos a la mesa con Jesús.
Apocalípsis 19:7,9
Gocémonos, alegrémonos y démosle gloria, porque han llegado las bodas del Cordero. (...)
Bienaventurados los que han sido llamados a la cena de las bodas del Cordero.
 
Agradezcamos a Dios Sus bondades para con nosotros:
Señor,
Sabemos que nunca debemos olvidar el gran precio que estuvistes dispuesto a pagar por nuestra salvación: la muerte de Tu Unigénito Hijo, Jesucristo.
Para recordarnos este sacrificio, nos has dejado maravillosos recordativos como lo son la Santa Cena y el servicio previo, el lavamiento de los pies.
Por favor, concédenos el participar de ambos para que, a través de ellos, nuestros lazos contigo sean estrechados, así como también con los demás creyentes.
Es esta nuestra petición, en el Nombre de Jesucristo.
Amén


Examen para la Lección 9

 
  1. La institución de la Pascua se encuentra registrada en el libro de Éxodo. En dicha ocasión, los primogénitos de Israel fueron librados de la muerte al demostrar su fe en Dios a través de un acto específico: matar un y rociar los dinteles de sus con su .
  2. Uno de los títulos de Jesús le fue dado para demostrar que el mensaje central de la celebración de la Pascua era anunciar y simbolizar la liberación suprema llevada a cabo por Jesús en la cruz, salvando a los creyentes de sus pecados. ¿Cuál es ese título?
    «El Chivo Expiatorio.»
    «El Hijo de David.»
    «El Cordero de Dios.»
    «El Buen Pastor.»
  3. La muerte de Jesús en la cruz cumplió con todos los requisitos para demostrar que el cordero pascual lo simbolizaba a El, incluyendo uno en particular que se encuentra registrado en el libro de Números. ¿Cuál es?
    «Su precio serán treinta piezas de plata.»
    «Ninguno de Sus huesos será quebrado.»
    «Su costado será traspasado con una lanza.»
    «Su cuerpo no verá corrupción.»
  4. En el Evangelio según Juan, Jesús explicó el simbolismo del pan, que es uno de los dos emblemas usados durante el servicio de la Santa Cena: «Yo soy el pan que descendió del cielo; si alguno come de este pan, vivirá para . El pan que Yo daré por la vida del mundo es Mi
  5. Jesús dió instrucciones específicas referentes al vino, que es el segundo emblema usado durante el servicio de la Santa Cena. Claramente explicó que el vino, el cual simboliza Su sangre derramada por nosotros, debe ser bebido:
    por el ministro oficiante solamente.
    por el ministro oficiante y sus ayudantes solamente.
    por cualquier creyente que ha sido miembro de la iglesia por mucho tiempo.
    por todos los que participan del servicio de la Santa Cena.
  6. Conociendo que los judios estaban interpretando Sus palabras literalmente en lo referente a Su carne y Su sangre, Jesús hizo una corrección, que se encuentra registrada en el Evangelio según Juan: «Las palabras que Yo os he hablado son y son Por lo tanto, el pan y el vino no se convierten literalmente en el cuerpo y la sangre de Cristo, sino que son de Su cuerpo y sangre.
  7. Las doctrinas de la transubstanciación y la consubstanciación implican que, en cada servicio de comunión, el cuerpo y la sangre de Cristo son ofrecidos en sacrificio vez tras vez. La Epístola a los Hebreos explica claramente que:
    este sacrificio debe ser repetido continuamente, para que no lo olvidemos.
    este sacrificio no debe ser repetido, habiendo sido ofrecido una vez para siempre.
    el pan y el vino se transforman en el cuerpo y la sangre de Jesús.
    el cuerpo y la sangre de Jesús son añadidos al pan y al vino.
  8. La Primera Epístola de Pablo a los Corintios nos enseña cómo celebrar la Santa Cena: «Por tanto, cada uno a sí mismo, y coma así del pan y beba de la copa. Porque el que come y bebe, no el cuerpo, come y bebe para sí.»
  9. Jesús instituyó un servicio que debe llevarse a cabo antes de la Santa Cena, para preparar a Sus discípulos al participar de la Comunión. Entoncés, ordenó que todos hagamos este servicio. ¿Cuál es?
    El lavamiento de los pies.
    El bautismo.
    La imposición de las manos.
    La confesión a un sacerdote.
  10. Cada vez que participamos de la Santa Cena, anunciamos el día cuando participaremos de ella en el reino de los cielos, y nos sentaremos a la misma mesa con Jesús. El libro de Apocalípsis nos dice la siguiente bendición: «Bienaventurados los que han sido llamados a la cena de las del
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