Lección 8 Nacidos del Agua y del Espíritu

El Momento de la Verdad Autor: Cyberspace Ministry  Oremos juntos antes de comenzar el estudio de esta lección: Padre nuestro, Tu Palabra nos ha revelado grandes cosas hasta este momento, y sabemos que aun tienes muchas más para enseñarnos. Puedas Tú revelárnoslas durante el estudio de esta lección de forma tal que, a través del poder del Espíritu Santo obrando en nosotros, podamos poner en práctica lo que aprendamos. Que estas enseñanzas nos ayuden a reflejarte en nuestra vida. En el Nombre de Jesús oramos. Amén.   2 Reyes 5:1 Comentario Naamán, jefe del ejército del rey de Siria, era un hombre muy importante delante de su señor y tenido en gran estima, porque por medio de él Jehovah había librado a Siria. El hombre era un guerrero valiente, pero leproso. Comencemos nuestra lección con esta historia del Antiguo Testamento que nos relata la experiencia de Naamán el sirio, un hombre leproso que deseaba ser sanado.   2 Reyes 5:9,10 Comentario Entonces Naamán llegó con sus caballos y su carro, y se detuvo ante la puerta de la casa de Eliseo. Y Eliseo le envió un mensajero que le dijo: «Vé, lávate siete veces en el Jordán, y tu carne te será restaurada, y serás limpio.» Habiendo escuchado hablar del profeta Eliseo, Naamán decidió visitarlo para ser sanado de su lepra. El profeta Eliseo no se dignó encontrarlo. Sin embargo, le informó cómo podía ser sanado: lavándose siete veces en el río Jordán.   2 Reyes 5:11,12 Comentario Naamán se enfureció y se fue diciendo: «He aquí, yo pensaba que seguramente él saldría, que puesto de pie invocaría el nombre de Jehovah su Dios, y que moviendo su mano sobre el lugar, sanaría la parte leprosa. ¿No son los ríos de Damasco, el Abana y el Farfar, mejores que todas las aguas de Israel? ¿No podría yo lavarme en ellos y ser limpio?» Y dando la vuelta, se iba enojado. No esperando semejante método para sanar, Naamán, furioso, se preparaba para irse sin seguir las instrucciones de Eliseo.   2 Reyes 5:13,14 Comentario Pero sus siervos se acercaron a él y le hablaron diciendo: «Padre mío, si el profeta te hubiera mandado alguna cosa grande, ¿no la habrías hecho? Con mayor razón si él te dice: “Lávate y serás limpio.”» Entonces él descendió y se sumergió siete veces en el Jordán, conforme a la palabra del hombre de Dios. Y su carne se volvió como la carne de un niño pequeño, y quedó limpio. Las aguas del río Jordán no tenían ningún poder milagroso. Lo que en realidad sanó a Naamán fue su obediencia a las instrucciones de Eliseo.   1 Pedro 2:21 Comentario Cristo sufrió por vosotros, dejándoos ejemplo para que sigáis Sus pisadas. Así como fue necesario que Naamán se sambullera en el Jordán, así Dios nos pide de mostrar concretamente que hemos tomado la decisión de seguirle. ¿Qué es lo que Dios nos pide? Volvamos nuestros ojos a nuestro Redentor Jesucristo, nuestro ejemplo en todas las cosas. 1 Juan 2:6 El que dice que permanece en Él debe andar como Él anduvo.   Mateo 3:13-15 Comentario Entonces Jesús vino de Galilea al Jordán, a Juan, para ser bautizado por él. Pero Juan procuraba impedírselo diciendo: «Yo necesito ser bautizado por Ti, ¿y Tú vienes a mí?» Pero Jesús le respondió: «Permítelo por ahora, porque así nos conviene cumplir toda justicia.» Jesús no era pecador, por lo tanto no necesitaba ser bautizado. Esa fue la razón por la que Juan el Bautista se opuso a bautizarlo. Pero Jesús deseaba dejarnos el ejemplo, para que cumplamos «toda justicia».   Juan 3:22 Comentario Jesús fue con Sus discípulos a la tierra de Judea; y pasaba allí un tiempo con ellos y bautizaba. Jesús le enseñó a Sus discípulos la importancia del bautismo. Justo antes de regresar al cielo, les ordenó que bautizaran a todo nuevo converso. Mateo 28:19,20 [Dijo Jesús:] «Por tanto, id y haced discípulos a todas las naciones, bautizándoles en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado.»   Romanos 6:3,4 Comentario ¿Ignoráis que todos los que fuimos bautizados en Cristo Jesús fuimos bautizados en Su muerte? Pues, por el bautismo fuimos sepultados juntamente con Él en la muerte, para que así como Cristo fue resucitado de entre los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en novedad de vida. ¿Qué significa el bautismo? Es un acto que simboliza nuestro deseo de morir con Jesús, dejando atrás al «viejo hombre», es decir, nuestra pasada manera de vivir pecaminosa, caminar en novedad de vida desde ese momento en adelante.   Romanos 6:5,6 Comentario Porque así como hemos sido identificados con Él en la semejanza de Su muerte, también lo seremos en la semejanza de Su resurrección. Y sabemos que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con Él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que ya no seamos esclavos del pecado. El bautismo simboliza el reemplazo del hombre viejo por el hombre nuevo. 2 Corintios 5:17 De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.   Colosenses 2:12 Comentario Fuisteis sepultados juntamente con [Christ] en el bautismo, en El cual también fuisteis resucitados juntamente con Él, por medio de la fe en el poder de Dios que Lo levantó de entre los muertos. Recordemos: el bautismo simboliza nuestra muerte al pecado (muerte del «viejo hombre») con Cristo, seguido de nuestro nuevo nacimiento en Cristo Jesús. Romanos 6:11 Así también vosotros, considerad que estáis muertos para el pecado, pero que estáis vivos para Dios en Cristo Jesús.   1 Pedro 3:20,21 Comentario En los días de Noé la paciencia de Dios esperaba, mientras se construía el arca. En esta arca fueron salvadas a través del agua pocas personas, es decir, ocho. El bautismo, que corresponde a esta figura, ahora, mediante la resurrección de Jesucristo, os salva. El apostol Pedro utiliza el relato del diluvio para hacernos entender el significado del bautismo: en respuesta al llamado de Dios, Noé y su familia «salvadas a través del agua.» Así como las aguas en sí mismas no podían limpiar el cuerpo de Naamán, el leproso, las aguas no salvaron a nadie. Dios es quien salvó, por las aguas, a esas ocho almas de la muerte.   1 Pedro 3:21 Comentario El bautismo, que corresponde a esta figura, ahora, mediante la resurrección de Jesucristo, os salva, no por quitar las impurezas de la carne, sino como apelación de una buena conciencia hacia Dios. Así como Noé respondió al llamado de Dios por una acción concreta, entrando en el arca, nosotros también tenemos que responder a Su llamado por una acción concreta: el bautismo. Esa es la «apelación de una buena conciencia hacia Dios», la demostración pública de nuestra fe en Jesucristo.   Efesios 5:25,26 Comentario Esposos, amad a vuestras esposas, así como también Cristo amó a la iglesia y Se entregó a Sí mismo por ella, a fin de santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua con la palabra. El bautismo es, en cierto sentido, el matrimonio del creyente con su Salvador Jesucristo. ¡Tal unión debe hacerse publicamente! Mateo 10:32 [Dijo Jesús:] «Por tanto, a todo el que Me confiese delante de los hombres, Yo también le confesaré delante de Mi Padre que está en los cielos.»   Efesios 4:5 Comentario Hay un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo. Ahora bien, ¿cómo debemos ser bautizados? Algunas personas dicen que es necesario que el candidato sea sumergido, es decir, cubierto por agua. Otros aseveran que es suficiente con asperjar agua sobre la persona. El método que se utilice puede ser considerado de poco valor para algunas personas, pero no erremos al respecto: la Palabra de Dios lo considera algo importante. De acuerdo a la Biblia, existe sólo un método aceptable para el bautismo. ¿Cuál es?   Juan 3:23 Comentario Juan también estaba bautizando en Enón, junto a Salim, porque allí había mucha agua. El único método de bautismo enseñado en la Palabra de Dios es el bautismo es aquel en el cual la persona es sumergida en el agua: el bautismo por inmersión. Es esa la razón por la que la Biblia dice que Juan necesitaba «mucha agua». De hecho, el verbo «bautizar» proviene del griego «baptizo», que significa «inmergir», «sumergir», «zambullir», «hundir», como lo comprobaría cualquier diccionario.   Mateo 3:16 Comentario Y cuando Jesús fue bautizado, en seguida subió del agua (...). Después de Su bautismo, Jesús subió de las aguas. Este versículo claramente nos muestra que fue sumergido en las aguas del Jordán. Hechos 8:36-39 Comentario Mientras iban por el camino, llegaron a donde había agua, y el eunuco dijo: «He aquí hay agua. ¿Qué impide que yo sea bautizado?» Felipe dijo: «Si crees con todo tu corazón, es posible.» Y respondiendo, dijo: «Creo que Jesús, el Cristo, es el Hijo de Dios.» Y mandó parar el carro. Felipe y el eunuco descendieron ambos al agua, y él le bautizó. Cuando subieron del agua, el Espíritu del Señor arrebató a Felipe. Si el asperjamiento de agua es suficiente, ¿por qué bajaron Felipe y el aunuco «descendieron ambos al agua»?   Colosenses 2:12 Comentario Fuisteis sepultados juntamente con [Cristo] en el bautismo, en el cual también fuisteis resucitados juntamente con Él, por medio de la fe en el poder de Dios que Lo levantó de entre los muertos. Sólo un método de bautismo puede simbolizar el ser sepultados: bautismo por inmersión. Romanos 6:4 Pues, por el bautismo fuimos sepultados juntamente con Él en la muerte, para que así como Cristo fue resucitado de entre los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en novedad de vida.   Mateo 28:19,20 Comentario [Jesús dijo:] «Por tanto, id y haced discípulos a todas las naciones, bautizándoles en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado.» Habiendo dicho todo lo anterior, la próxima pregunta es: ¿hay algunos requisitos preliminares al bautismo? La respuesta de la Biblia es: «Sí.» Como veremos en los siguientes versículos, el candidato al bautismo debe tener fe en el Señor Jesucristo y arrepentirse de sus pecados. Puesto que los infantes no pueden cumplir con tales requisitos, no es correcto bautizarlos.   Marcos 1:5 Comentario Y salía a [John] toda la provincia de Judea y todos los de Jerusalén; y eran bautizados por él en el río Jordán, confesando sus pecados. Como podemos ver, la confesión de los pecados y el arrepentimiento deben preceder al bautismo. Hechos 2:38 Pedro les dijo: «Arrepentíos y sea bautizado cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de vuestros pecados.»   Hechos 8:36,37 Comentario El eunuco dijo: «He aquí hay agua. ¿Qué impide que yo sea bautizado?» Felipe dijo: «Si crees con todo tu corazón, es posible.» También, para ser bautizados, la Palabra de Dios declara que es necesario creer en el Señor con todo nuestro corazón. Hechos 18:8 Crispo, el principal de la sinagoga, creyó en el Señor con toda su casa. Y muchos de los corintios que oían, creían y eran bautizados.   Hechos 8:12 Comentario Pero cuando creyeron a Felipe mientras anunciaba el evangelio del reino de Dios y el nombre de Jesucristo, se bautizaban hombres y mujeres. La Biblia menciona el bautismo de «hombres y mujeres», pero nunca de infantes o niños. De hecho, el bautismo de infantes es una práctica que comenzó en el siglo III para atraer a nuevos «creyentes» a la iglesia. Sin embargo, la Biblia es clara al respecto: el único bautismo que es válido es el de una persona que toma la decisión por sí misma, una persona completamente consciente de su decisión.   Hechos 2:41,47 Comentario Así que los que recibieron su palabra [de Pedro] fueron bautizados. (...) Y el Señor añadía diariamente a su número los que habían de ser salvos. A través del bautismo, entramos a formar parte de la gran familia de Dios: la iglesia. También nos convertimos en Sus obreros, trabajando alegremente para El. 1 Corintios 12:13 Porque por un solo Espíritu fuimos bautizados todos en un solo cuerpo, tanto judíos como griegos, tanto esclavos como libres; y a todos se nos dio a beber de un solo Espíritu. 1 Corintios 12:20,27 Comentario Pero ahora son muchos los miembros y a la vez un solo cuerpo. (...) Ahora bien, vosotros sois el cuerpo de Cristo, y miembros suyos individualmente. A través del bautismo llegamos a ser parte del cuerpo de Cristo, la iglesia, trabajando de acuerdo a nuestros dones o talentos que Dios nos ha otorgado. Siendo que somos sus embajadores, representamos Su reino en esta tierra. ¡Qué honor! 2 Corintios 5:20 Así que, somos embajadores en nombre de Cristo; y como Dios os exhorta por medio nuestro (...).   Lucas 3:21,22 Comentario También Jesús fue bautizado. Y mientras oraba, el cielo fue abierto, y el Espíritu Santo descendió sobre Él en forma corporal, como paloma. Una vez que tomamos la decisión de seguir a Dios y de ser bautizados, podemos estar seguros de que el Espíritu Santo obrará en nosotros y nos ayudará a desempeñar las funciones como embajadores de Cristo, purificando nuestro corazón de toda iniquidad. Hechos 2:38 Arrepentíos y sea bautizado cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de vuestros pecados, y recibiréis el don del Espíritu Santo. Juan 3:5 Comentario Respondió Jesús: «De cierto, de cierto te digo que a menos que uno nazca de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios.» Al aproximarnos al final de esta lección, debemos entender la importancia del bautismo en la vida de cada cristiano. Estas palabras de Jesús nos demuestran que el bautismo no es asunto de elección para aquellos que quieren seguirlo, sino que es una necesidad. ¿Cuál será entonces su decisión? Marcos 16:16 [Dijo Jesús:] «El que cree y es bautizado será salvo.» Juan 13:15 Comentario [Jesús dijo:] «Porque ejemplo os he dado, para que así como Yo os hice, vosotros también hagáis.» Jesús, quien no conoció pecado, no necesitaba ser bautizado. Sin embargo, lo hizo para darnos el ejemplo a seguir. Ahora debemos nosotros preguntarnos individualmente: «Y yo, ¿dejaré que Su ejemplo haya sido en vano? ¿Seguiré Su ejemplo y aceptaré el bautismo también, o ignoraré lo que hizo?»   Hechos 22:16 Comentario Ahora, pues, ¿por qué te detienes? Levántate y bautízate, y lava tus pecados, invocando Su nombre. Que el Espíritu Santo penetre en nuestro corazón y nos dirija, al tomar esta tan importante decisión concerniente a nuestro bautismo.   Oremos: Querido Señor, Al escudriñar Tu Palabra para conocer Tu voluntad, nos enfrentamos con importantes decisiones que debemos de tomar. Hoy nos has enseñado que debemos de ser bautizados por inmersión para poder formar parte de la gran familia que es Tu iglesia. No es una decisión fácil, pero a través de Tu Hijo nos has dejado el ejemplo a seguir, y Tu Santo Espíritu nos da el poder para obedecer y confesar públicamente nuestra fe por medio del bautismo. Socórrenos, querido Salvador, al tomar esta decisión tan importante. En Jesús. Amén. Examen para la Lección 8   El Segundo Libro de los Reyes relata la historia de Naamán, el leproso que fue sanada después de sumergirse en el río Jordán siete veces. ¿Cuál fue la razón por la que fue sanado? Las aguas del río Jordán son milagrosas. Naamán era un hombre bueno y justo. La lepra se sana con el agua. Naamán obedeció a las instrucciones de Dios, dictadas por Eliseo. Dios nos pide de mostrar concretamente que hemos tomado la decisión de seguirle. A fin de saber lo que debemos hacer, la Primera Epístola de Pedro nos dice que Jesús nos dejó « para que sigamos Sus .» En la Epístola a los Romanos, el apostol Pablo explica el significado del bautismo: «Pues, por el bautismo fuimos juntamente con Él en la , para que así como Cristo fue resucitado de entre los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en de vida.» De acuerdo a la Palabra de Dios, todas las declaraciones que aparecen a continuación se aplican al bautismo, menos una. ¿Cuál es? El reemplazo del «viejo hombre» por el nuevo hombre. La aceptación de Dios de todas nuestras obras futuras. La apelación de una buena conciencia hacia Dios. Nuestra muerte al pecado, y nuestro nuevo nacimiento en Jesús. Para identificar el método de bautismo que la Biblia enseña, es importante recordar que el verbo «bautizar» proviene del griego «baptizo», que significa: «inmergir», «sumergir». «asperjar algunas gotas de agua». «mojar», «humedecer». «consagrar», «poner de lado». En diferentes ocasiones, el apostol Pablo compara el bautismo con el sepultamiento seguido de la resurrección. Por lo tanto, este mismo simbolismo demuestra que el verdadero bautismo es: el bautismo por . De acuerdo con la Palabra de Dios, el candidato al bautismo debe llenar todos los requisitos que aparecen a continuación, menos uno. ¿Cuál es? Tener fe en Jesucristo. Arrepentirse de sus pecados. Haber confesado sus pecados. Haber vencido todas sus debilidades. En el Nuevo Testamento leemos los relatos de varios bautismos. Sin embargo, no se registra que alguna vez se haya bautizado: un hombre. una mujer. un eunuco. un infante. El libro de los Hechos de los Apóstoles dá, no sólo un mandato en cuanto al bautismo, sino también una promesa: «Arrepentíos y sea cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para de vuestros pecados, y recibiréis el don del .» En el Evangelio según Marcos, Jesús hizo una última llamada, antes de ascender al Padre: «El que y es será salvo.» Su nombre: