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martes, 30 de noviembre de 2010

Lección 7 Una Vida Transformada

 
El Momento de la Verdad
Autor: Cyberspace Ministry
 


Bienvenido al estudio de una nueva lección. Pidamos a Dios Su dirección:
Querido Señor,
Un gozo inmensurable llena nuestro corazón cuando comprendemos que a través de la muerte y resurrección de Jesucristo, obtenemos el perdón de nuestros pecados.
Pero el mensaje evangélico, que también quieres transmitirnos en este día, va más allá.
Que este mensaje transforme nuestra vida aquí ahora, y finalmente, que nos conduzca a la vida eterna. En el Nombre de Jesús oramos.
Amén.

Juan 16:12 Comentario
[Jesús dijo:] «Todavía tengo que deciros muchas cosas, pero ahora no las podéis sobrellevar.» Por favor, asegúrese de haber entendido correctamente la lección anterior, «¿Necesitamos en Realidad a Cristo?» antes de prosegir, porque la presente dará por hecho que los elementos cruciales ya fueron explicados en ella.
Hebreos 5:14
Pero el alimento sólido es para los maduros, para los que por la práctica tienen los sentidos entrenados para discernir entre el bien y el mal.
 
 
 
Mateo 18:3 Comentario
Y dijo [Jesús]:
«De cierto os digo que si no os volvéis y os hacéis como los niños, jamás entraréis en el reino de los cielos.» En la lección anterior vimos que todos los hombres somos pecadores, y que la consecuencia es la muerte.
Sin embargo, también aprendimos que, gracias al sacrificio de Jesús en la cruz, Dios borra el pasado oscuro de cualquier pecador que se arrepiente.
En esta lección, se nos mostrará que ¡Dios también desea transformar nuestro presente y nuestro futuro!

Juan 3:3-5 Comentario
Respondió Jesús y le dijo [a Nicodemo]: «De cierto, de cierto te digo que a menos que uno nazca de nuevo no puede ver el reino de Dios.»
Nicodemo le dijo: «¿Cómo puede nacer un hombre si ya es viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre y nacer?»
Respondió Jesús: «De cierto, de cierto te digo que a menos que uno nazca de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios.» Hablando con Nicodemo, Jesús abordó el tema de la conversión.
La comparó a un nuevo nacimiento, necesario para obtener la vida eterna.

2 Corintios 5:17 Comentario
De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas. Al invitar a Jesús para que sea nuestro Salvador personal, Le damos también la bienvenida a nuestro corazón, para que nos transforme a Su imagén.
Este cambio de naturaleza es sólo posible por la intervención Divina. Nadie puede convertirse por sus propios esfuerzos.
 
1 Corintios 3:1,2 Comentario
Y yo, hermanos, no pude hablaros como a espirituales, sino como a carnales, como a niñitos en Cristo.
Os di a beber leche y no alimento sólido, porque todavía no podíais recibirlo, y ni aún ahora podéis. Los nuevos conversos, como niños, crecerán en el conocimiento de Jesús día a día.
1 Pedro 2:2
Desead como niños recién nacidos la leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis para salvación.
 
2 Corintios 4:16 Comentario
Aunque se va desgastando nuestro hombre exterior, el interior, sin embargo, se va renovando de día en día. A medida que progresamos en nuestra vida cristiana, la poderosa acción del Espíritu de Dios en nuestro corazón producirá gradualmente un cambio de nuestros valores, prioridades y conceptos de las cosas, así como la manera en la que interpretamos los eventos.
Reflejaremos más y más el caracter de Cristo Jesús.
 
Juan 15:4,5 Comentario
[Dijo Jesús:]
«Permaneced en Mí, y Yo en vosotros.
Como la rama no puede llevar fruto por sí sola, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en Mí.
Yo soy la vid, vosotros las ramas.
El que permanece en Mí y Yo en él, éste lleva mucho fruto. Pero separados de Mí, nada podéis hacer.» A través de la relación personal que establecemos con Cristo, llegaremos a producir buen fruto.
¿Y cuál es ese buen fruto?
 
Gálatas 5:22,23 Comentario
Pero el fruto del Espíritu es: amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre y dominio propio. Un árbol produce frutos de manera espontanea, a través de la acción de la savia en sus ramas. De la misma manera, a través de la acción del Espíritu Santo en nuestro corazón, nosotros espontaneamente produciremos el fruto del Espíritu.
Esta obra continua del Espíritu de Dios actuando en nuestro corazón es lo que llamamos la santificación.
 
1 Corintios 1:30 Comentario
Por Él estáis vosotros en Cristo Jesús, a quien Dios hizo para nosotros sabiduría, justificación, santificación y redención. La salvación del hombre incluye por lo tanto dos grandes elementos:
la justificación, a través de la cual el pecador arrepentido recibe el perdón de sus pecados pasados;
 
y la santificación, que es la obra del Espíritu Santo en nosotros, transformándonos día a día para restaurar la imagen de Dios en nosotros.
La santificación es la prueba de que sinceramente hemos pedido a Jesús que nos perdones nuestros pecados y que se convierta en nuestro Salvador personal.
 
 
 
Romanos 12:2 Comentario
No os conforméis a este mundo; más bien, transformaos por la renovación de vuestro entendimiento, de modo que comprobéis cuál sea la voluntad de Dios, buena, agradable y perfecta. Cuanto más conozcamos a nuestro Salvador, tanto más desearemos hacer Su voluntad y trataremos de cumplirla con el poder de Su gracia.
Pero, ¿cuál es exactamente la voluntad de Dios?
Efesios 5:17
Por tanto, no seáis insensatos, sino comprended cuál es la voluntad del Señor.
 
Salmo 40:8 Comentario
El hacer tu voluntad, oh Dios mío, me ha agradado; y Tu ley está en medio de mi corazón. La voluntad de Dios está expresada en Sus mandamientos.
Tendremos la oportunidad de estudiar este tema tan interesante en el futuro.
Juan 14:15
[Jesús dijo:] «Si Me amáis, guardaréis Mis mandamientos.»
1 Juan 5:3
Pues éste es el amor de Dios: que guardemos Sus mandamientos. Y Sus mandamientos no son gravosos.
 
Hebreos 5:9 Comentario
[Cristo] llegó a ser Autor de eterna salvación para todos los que Le obedecen. Lo primordial es tener una relación personal con Jesús, que se destaque por la obediencia a Su voluntad. Sin embargo, fijémonos en el siguiente punto:
NO obedecemos PARA ser salvos,
SINO QUE...
Obedecemos PORQUE somos salvos.
 
Gálatas 2:20 Comentario
Con Cristo he sido juntamente crucificado; y ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí. Recuerde: sin Jesús no podemos hacer nada.
Debemos invitarlo a que more en nosotros y que nos transforme a Su imagén.
Apocalipsis 3:20
«He aquí, Yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye Mi voz y abre la puerta, entraré a él y cenaré con él, y él conmigo.»
 
1 Corintios 10:13 Comentario
No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, quien no os dejará ser tentados más de lo que podéis soportar, sino que juntamente con la tentación dará la salida, para que la podáis resistir. Abandonado a su suerte, el hombre no puede obedecer la ley de Dios.
Pero el Señor nos dá el poder necesario para vencer las tentaciones, para que podamos hacer Su voluntad siempre y seguirlo hasta el fin.
 
Juan 14:16,17,26; 16:13 Comentario
[Jesús dijo:]
«Y Yo rogaré al Padre y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre. Este es el Espíritu de verdad, (...) y está en vosotros. (...)
Pero el Consolador, el Espíritu Santo, que el Padre enviará en Mi nombre, Él os enseñará todas las cosas y os hará recordar todo lo que Yo os he dicho. (...)
Y cuando venga el Espíritu de verdad, Él os guiará a toda la verdad.» La obra del Espíritu Santo es esencial para nuestro crecimiento espiritual.
Es El quien nos hace sentir la necesidad de tener un Salvador, y quien también nos dirige a toda verdad, para que la aceptemos en nuestro corazón.
 
Lucas 11:13 Comentario
[Jesús dijo:]
«Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenos regalos a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que Le pidan?» Dios quiere que nos acerquemos a El con fe, y que Le pidamos que nos envíe ese poder esencial que reside en el Espíritu Santo.
A través de Su presencia en nuestra vida, seremos capaces de hacer la voluntad de Dios.
 
Lucas 6:44 Comentario
Porque cada árbol es conocido por su fruto. La santificación se revela a través de la obra continua del Espíritu Santo en nuestro corazón, que produce fruto digno de arrepentimiento.
Gálatas 5:22,23
Pero el fruto del Espíritu es: amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre y dominio propio. Contra tales cosas no hay ley.
 
Filipenses 4:5-7 Comentario
¡El Señor está cerca!
Por nada estéis afanosos; más bien, presentad vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias.
Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestras mentes en Cristo Jesús. El Espíritu Santo hará posible nuestra santificación al llevarnos a depender de los dos recursos que Dios ha puesto a nuestro alcance para lograrla.
Lo primero es la oración, a través de la cual nos comunicamos con Dios, para agradecerle y presentarle nuestras peticiones.
 
Mateo 4:4 Comentario
[Jesús] respondió y dijo:
«Escrito está: “No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.”» El segundo recurso es el estudio de la Palabra de Dios, el cual es tan necesaria para la vida espiritual como la comida lo es para mantener la vida física.
Por supuesto, este estudio debe hacerse con el sincero deseo de buscar la voluntad de Dios para nuestra vida.
2 Pedro 3:18
Creced en la gracia y en el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.
 
1 Tesalonicenses 4:1 Comentario
Por lo demás, hermanos, os rogamos y exhortamos en el Señor Jesús que conforme aprendisteis de nosotros acerca de cómo os conviene andar y agradar a Dios. Al ser justificados por Jesucristo, Dios nos invita a seguir por la senda de la santificación; es decir, crecer espiritualmente día a día, con la ayuda del poder del Espíritu Santo obrando en nosotros.
Pero, ¿es la santificación necesaria para nuestra salvación? ¿No es la justificación suficiente?
 
1 Tesalonicenses 4:3 Comentario
Porque ésta es la voluntad de Dios, vuestra santificación. La Biblia es clara: ambas, la justificación y la santificación (la santidad) son esenciales para la salvación.
Recuerde, podemos ser justificados y santificados solamente por gracia, a través de la fe en Cristo Jesús.
Debemos comprender este punto tan esencial y nunca olvidarlo.
Hebreos 12:14
Procurad la paz con todos, y la santidad sin la cual nadie verá al Señor.

Juan 1:11,12 Comentario
[La Palabra] a lo Suyo vino, pero los Suyos no Le recibieron.
Pero a todos los que Le recibieron, a los que creen en Su nombre, les dio derecho de ser hechos hijos de Dios. Ningún pecador arrepentido es un caso perdido para Dios, no importa cuántos hayan sido sus pecados.
Dios puede guiarnos a cada uno de nosotros por la senda de la santificación si en realidad lo deseamos.
 
Ezequiel 36:26,27 Comentario
Os daré un corazón nuevo y pondré un espíritu nuevo dentro de vosotros. Quitaré de vuestra carne el corazón de piedra y os daré un corazón de carne.
Pondré Mi Espíritu dentro de vosotros y haré que andéis según Mis leyes, que guardéis Mis decretos y que los pongáis por obra. Si le damos la oportunidad, el Espíritu Santo reavivará nuestro corazón, de tal forma que hagamos «la voluntad de Dios con ánimo» (Efesios 6:6).
 
Filipenses 2:13 Comentario
Porque Dios es El que produce en vosotros tanto el querer como el hacer, para cumplir Su buena voluntad. Dios pone a nuestro alcance el poder el Espíritu Santo, así como todos los recursos de la Biblia, que están a nuestra disposición todo el tiempo a través de la oración y la meditación.
¿Por qué no pedirle al Señor, ahora mismo, que nos conceda estos favores?
Filipenses 4:13
¡Todo lo puedo en Cristo que me fortalece!

Filipenses 1:6 Comentario
Estando convencido de esto: que El que en vosotros comenzó la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Cristo Jesús. No tenemos razón para estar desanimados: Dios nos ha prometido que nos guiará en el camino de la santificación.
Sólo tenemos que aceptar Su invitación y sujetarnos de Su mano firmemente a lo largo de la jornada de nuestra vida. El sabrá cómo llevarnos hasta el seguro puerto.
 
Agradezcámosle a Dios por Su incomparable ayuda:
Padre celestial,
Ahora comprendemos que Tú no sólo deseas borrar nuestro pasado, sino también transformar nuestro presente y nuestro futuro.
Por favor, danos Tu Santo Espíritu, conforme a Tu promesa, de tal manera que El pueda guiarnos en nuestra búsqueda de la verdad, y ayudarnos a hacer Tu voluntad tal cual se encuentra revelada en Tu Palabra.
Esta es nuestra oración. En el Nombre de Jesús.
Amén.


Examen para la Lección 7

 
  1. En Su conversación con Nicodemo, de acuerdo al Evangelio según Juan, Jesús comparó la conversión a:
    un cambio de religión.
    el entrenamiento de un atleta.
    un nuevo nacimiento.
    una filosofía universal.
  2. Al obrar en nosotros, el Espíritu Santo nos lleva a reflejar más y más el caracter de Jesucristo. En la Segunda Epístola a los Corintios, el apóstol Pablo lo expresa de la siguiente manera: «Aunque se va desgastando nuestro hombre , el , sin embargo, se va de día en día.»
  3. En el Evangelio según Juan, ¿qué ilustración utilizó Jesús para enseñarnos que sin El nada podemos hacer?
    La Vid y las Ramas.
    El Hijo Pródigo.
    El Buen Samaritano.
    La Perla de Gran Precio.
  4. Un árbol produce frutos de manera espontanea, a través de la acción de la savia en sus ramas. De la misma manera, a través de la acción del Espíritu Santo en nuestro corazón, nosotros espontaneamente produciremos bueno fruto. Esta obra continua del Espíritu de Dios en nosotros es lo que llamamos: la .
  5. Durante el transcurso de nuestra lección, comparamos la JUSTIFICACIÓN con la SANTIFICACIÓN. ¿Cuál de los siguientes puntos describe tanto la justificación como la santificación?
    Ambas las realiza Dios por nosotros.
    Ambas se logran instantaneamente.
    Ambas nos dan acceso al cielo.
    Ambas se obtienen por la fe en Jesucristo.
  6. La santificación nos hace desear conocer y obedecer la de Dios, la cual se expresa en Sus .
  7. Al cristiano progresa en la santificación, su relación con Jesucristo se hace evidente por su obediencia a El. Debemos siempre recordar, sin embargo, que el creyente sincero obedece a Dios:
    para ser salvo.
    porque es salvo.
  8. Abandonado a sí mismo, el hombre no puede obedecer la de Dios. Es por eso que Dios quiere que nos acerquemos a El con fe, y que Le pidamos que nos envíe ese poder esencial que reside en el .
  9. El hace posible nuestra santificación llevándonos a depender de los dos recursos más importantes que Dios pone a nuestro alcance: la y el de Su Palabra.
  10. En la Epístola a los Hebreos, se nos recuerda de lo importante que es la santificación (la santidad) para nosotros, «sin la cual...»
    «... la paz mundial nunca podrá ser alcanzada.»
    «... Dios nunca perdonará nuestros pecados.»
    «... Jesús no regresará a buscar a Su pueblo.»
    «... nadie verá al Señor.»
Su nombre:

 

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